ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA Y PLANEACIÓN INSTITUCIONAL(5/7)

UNIVALLE

LA UNIVERSIDAD ORGANIZACIÓN MUY PARTICULAR.

Los tres grupos humanos que confluyen en la Universidad: profesores, estudiantes y personal administrativo –subsistema psico-social- hacen a ésta una organización bastante particular. Cada una de ellas desde sus posiciones sociales (status-rol) diferenciadas y de manera deliberada y consciente participan en un proceso estrictamente académico en las actividades de docencia, investigación y extensión. Los dos primeros grupos como protagonistas y el tercero como grupo de apoyo pero con igualdad de deberes frente a la misión principal.
De aquí, la necesidad del trabajo mancomunado, de una manera concertada, participativa y motivadora dentro de la creación de atmósferas y espacios reales para los tres grupos mediante el establecimiento de normas, que contengan derechos y obligaciones recíprocas.
El profesorado como grupo es heterogéneo en su composición pero unitario en cuanto a la relación con la Universidad: ser docente implica ya una necesidad de participar activamente en las labores académicas –docencia, investigación y extensión-, por lo que le son de su parte de influencia los múltiples asuntos que relaciona en ellas y que inducen a la búsqueda de nuevos métodos y procedimientos para el enriquecimiento de su trabajo, para eliminar la rutina y el aburrimiento y más que “catedrático” es el director, el orientador de un trabajo conjunto con los estudiantes con sentido crítico frente al conocimiento.

Así mismo el profesor tiene unas relaciones laborales que induce a que el subsistema administrativo y subsistema cultural no le deben ser extraño a su labor, como tampoco las formas como se puede organizar para la defensa de los derechos gremiales, ya que estos dos subsistemas se integran y son interdependientes para el cumplimiento de la misión principal, y que en alguna parte toca con labor a desarrollar por dentro de la Universidad y fuera de ella.

De manera igual el estudiante, presenta unas relaciones frente a la Universidad. Es otro sujeto activo de la labor académica, sobre la cual no debe desconocerse su participación. Su presencia en la Universidad es la razón de existir de ella, y merece ser respetada, no sólo creando los espacios para que escoja las formas de organización y vinculación al trabajo académico, sino a las debidas a su calidad como estamento.

El personal administrativo, -algunos le llaman de apoyo- tienen igual presencia en la labor académica y todos sus procedimientos y comportamientos deben tener la mira de coadyuvar a las funciones de docencia, investigación y extensión. Como también tiene su relación como empleados, escogen su forma de organización gremial.

Las actividades e interacciones de los individuos y de los grupos organizados en los cuales están unidos los profesores, estudiantes y personal administrativo, adquieren en razón a sus posiciones diferenciadas y a la integración –coordinación- una forma de redes articuladas como una totalidad, relativamente estable, una estructuración determinada -subsistema estructural- no sólo por las normas y reglamentos extra-organizacionales, sino por las voluntades individuales, dando origen a lo que se conoce comúnmente como organización informal . Esto por oposición a la formal, que se refleja y que especifica la amplitud de la autoridad y la delegación. El éxito de la gestión de las directivas se deberá a la condición equilibrada y armónica de las dos realidades estructurales –la formal y la informal- de la organización y que dependerá de las habilidades de coalición, negociación, conciliación y canalización de la presión de los grupos hacia metas comunes, que es donde se demuestra la capacidad de gobierno.

Así entonces nos encontramos con el tema del gobierno que en sentido lato es sinónimo de administración tiene dos aspectos fundamentales: 1) funciones intelectuales de administración –en sentido estricto- y 2) funciones motivacionales de liderazgo político. No es lo mismo ser un administrador que ser un líder. “Gobernar es, por una parte política, concretar la voluntad de la institución –nación, fuerza armada, iglesia o empresa- mediante la expresión clara de fines, la definición de metas adecuadas y la obtención del consenso necesario para la acción. La Administración, sin política es tiránica y estéril. Gobernar es, por otra parte administrar, traducir la voluntad general en hechos mediante el planeamiento, la ejecución y el control. La política sin administración, es demagógica y errática” (.CHURCHMAN, s. West-Challenge to Reason, McGraw Hill, New Cork, 1968.  Citado por Friscknecht, Federico.  Organización.  El Ateneo, Buenos Aires, 1978. Prefacio.)

Dada así la situación queda a la dirección, buscar por los caminos del pluralismo ideológico, la participación real de los diferentes grupos en los diferentes niveles de la estructura, creando espacios adecuados para la libre expresión y manifestación de los intereses estamentales y gremiales, y fomentando la creación de grupos informales (clubes, asociaciones, etc.) para facilitar la motivación de las actividades laborales.

El establecer los objetivos, desarrollar los planes de integración, estrategia y operación, mediante el diseño de la estructura y el establecimiento de los procesos de control, y relacionar la organización con su medio, conforman el subsistema administrativo que involucra toda la organización , donde para los fines de este escrito es necesario destacar la planeación, como actividad racionalizadora “La racionalidad del hombre consiste en adaptar una organización a su ambiente” . Para la toma acertada de decisiones como centro medular de la Administración.

La planeación es una actividad fundamentalmente reflexiva, frente al medio ambiente de la organización con el fin de ser preactiva, para el señalamiento de los rumbos que la dirección debe seguir para el logro de los objetivos institucionales y evitar la dualidad entre la planeación y la administración que lleva a ésta a convertirse en un fin en sí misma , con graves perjuicios para la Universidad.

Las instituciones de Educación Superior están sometidas a las mismas presiones a las que se someten las entidades de servicio público frente a una creciente división del trabajo innovador, investigativo y de difusión en Ciencia, Arte y Tecnología. Aunque casi todo el trabajo universitario es un trabajo intelectual; sin embargo hay una separación entre el órgano de planeación y los que ejercen las funciones de enseñar, investigar y prestar servicios a la comunidad. Es necesaria una función de planeación participativa para que el quehacer universitario no se diluya en acciones incoherentes, con pérdida de una visión panorámica de la realidad social frente a la realidad universitaria en la cual intervengan los órganos de decisión, el órgano técnico de planeación y los miembros de la comunidad universitaria que de alguna manera participan en el proceso de planeación.

Por:
Efrén Barrera Restrepo, Ph.D.
Gerencia Pública & Marketing

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