Indudablemente que las visiones de las naciones cambian con los sucesos históricos que en su territorio acontecen a través de su desarrollo. Hoy en Colombia bastante dispersa se encuentra esa visión en común; y para algunos esta se haya totalmente polarizada, en dos actitudes frente a los destinos del país. Más claramente existe una polarización en cuanto la formación, composición, y de la gestión del Estado por parte del gobierno desde años atrás, por el manejo de las negociaciones con la guerrilla y los demás grupos al margen de la constitución y la ley. Existen encontradas tesis y rutas para el propósito de entronizar la paz en el territorio, pero también el tiempo de permanencia del problema de la violencia ha dado oportunidad para medir efectividad y beneficios, de las dos caras del asunto; durante más de cincuenta años se ha combinado el uso de diferentes estrategias aisladas, según la característica de cada presidencia en su periodo. A partir del 2016 se está estrenando la efectividad de la última estrategia, los resultados van emergiendo a medida que se maduran las decisiones y se comprueba la eficacia de las medidas pactadas en los acuerdos. Ahora que se tiene un nuevo gobierno que en medio de la discusión bipolar accedió al poder del Estado colombiano, tipificado como un » más allá» del presidencialismo clásico( y también académico). Esperemos entonces como dentro de cuatro años al final de este gobierno(2018-2022) se encuentra este asunto de la paz y por ahora repasemos momentos cuando aquella no era esquiva a la población Colombia y recreemonos con la presentación que del país hacia una publicación oficial de la presidencia en el año 1927, con el fin de atraer inversionistas y presentar la nación en el concierto del comercio mundial:
COLOMBIA
Es un país de vasta extensión territorial( 1.283.405 kilómetros cuadrados.
Su población es esencialmente pacifica, laboriosa, inteligente y frugal.
Honrada, valerosa, generosa, y amante de la libertad y del progreso.
De espíritu hospitalario, independiente y emprendedor.
Hay tolerancia de ideas religiosas y política y libertad de prensa.
No existen prejuicios de raza porque se goza de iguales derechos en todo el país.
Sus libertades públicas no se registran en ningún otro país del mundo.
La paz interna está cimentada en forma imperecedera.
Vive en la mayor armonía con todos los países.
La seguridad personal y el respeto por la propiedad son tradicionales.
El extranjero es bien recibido y todos sus derechos amparados.
(Tomado de: COLOMBIA CAFETERA DE Diego Monsalve, Barcelona, Artes Gráficas, 1927)