«El cooperativismo es la doctrina socioeconómica que promueve la organización de las personas para satisfacer conjuntamente sus necesidades». – Así dice la agenda/18 que reparte cada año, la cooperativa de profesores de la Universidad de Antioquia-Cooprudea-( que acompaña con un generoso aguinaldo; siempre muy útil, y práctico regalo. Cómo harán?). Desde sus orígenes el cooperativismo está presente en todos los países del mundo con las particularidades normativas de sus leyes, que se han acomodado a las restricciones imperativas del sistema capitalista y sus vertientes impuestas en cada país. Y es por esto que el cooperativismo además de ser una forma de asociación económica entre productores mucho más justa que aquella que persigue el lucro,propone una solidaridad y la convivencia más humana y tolerante, con base en unos principios y valores del desarrollo integral del ser humano.
La fuerza motriz del vapor y la invención de la maquina de hilar del siglo XVIII marcaron el inicio de un proceso acelerado de cambio y progreso: la revolución industrial. Está impuso nuevas formas de vida, y de relaciones de los individuos, como sujetos y dueños de su destino y libres de trabajar. En esa época surgieron luchas de distintos órdenes para lograr el mejoramiento de la situación social de ya, grandes masas de obreros y campesinos: el movimiento sindical, el carlista, el parlamentarismo, el librecambista, el socialismo y también el cooperativismo. Fue un cambio de época muy profundo, como el que se está gestando hoy por el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, que todavía no sabemos a dónde va a parar. En aquel entonces, el individualismo se manifestó en su esplendor basado en su único valor: su fuerza material de trabajo, rompiendo las ataduras del servilismo feudal. Contrario a hoy donde, prima la inteligencia; el cerebro.
Lejos estaban los ludistas,(derivado de Ned Ludd)movimiento también contemporáneo al cooperativismo y manifestación desesperada a la introducción de las máquinas herramientas a la producción; del uso hoy de la copia de la inteligencia humana en los robots y de los logarísmos de los datos para anticipar el comportamiento humano.
Hoy, todavía existe el cooperativismo que tuvo por localización esos parajes de Rochdale, en la Inglaterra y de Rodding, en Dinamarca, cuando en 1844 se abrió la primera cooperativa y la escuela secundaria: Fulk Highest-schools: innovaciones- se diría en el lenguaje actual-, que propagaron por toda Europa en un principio(para crear el desarrollo económico), y ya extendidas por todo el mundo.
Sus principios traducidos en motivaciones a la acción como : todos decidimos; la unión hace la fuerza; juntos llegamos lejos; colaboración con independencia; trabajamos con la comunidad; contrayendo el futuro y con el esfuerzo de todos, es patente la participación; donde un voto es un voto y sin privilegios, ni distinciones de los asociados, todos aportan por igual y reciben igual servicio.
Sus valores, son hoy más vigente en este liberalismo feroz que ha traído el capitalismo salvaje, con su inevitable concentración de riquezas en los reducidos y enormes grupos financieros multinacionales: la honestidad; la fraternidad; la solidaridad y la universalidad.
Repasar estas líneas generales del cooperativismo solo tiene el fin de resaltar la labor de todas las cooperativas del mundo; que hoy se resisten a claudicar ante el empuje de los grupos financieros mundiales; no por otra causa es que se entiende que hayan más cooperativas de tipo financiero, tanto en general como en Colombia; donde reside una de especial consideración porque no solo colabora con sus asociados en sus múltiples necesidades sino que amortigua las decisiones y parálisis gestionaría de la universidad, como lo es la Cooperativa de profesores de la Universidad de Antioquia – Cooprudea.
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