Concebir proyectos y programas sociales que produzcan bienestar material y fortalezcan del tejido social de la comunidad con el mejoramiento del espíritu y del sentido estético, es una tarea ardua y por eso debemos rescatar el denominado programa Antioquia se pinta de Vida desarrollado por la Gobernación de Antioquia en el año 2005.
En esa época de manera solidaria y participativa las comunidades de los municipios del Departamento emprendían la labor de pintar las fachadas y puertas de sus casas, poniendo en ellas aseo, belleza e higiene. Además de ello podían expresar sus aptitudes artísticas y ser sus propios historiadores, ya que con la asesoría de profesionales en ciencias sociales y humanas que coordinaban sus reuniones, reconstruían el pasado de la comunidad y de su pueblo y a la vez engalanaban sus viviendas con colores y diseños atractivos para los nativos y los visitantes.
A su vez esto permitía fomentar los lazos de convivencia, aumentar el sentido de pertenencia y de amor por su localidad o patria chica, como se suele decir.
La oportunidad de reunirse alrededor de un tarro de pintura y brochas aportados por la Administración departamental para de manera mancomunada ponerle color a los muros, paredes y puertas de sus casas, permitía a las personas en medio de sus libertades, repensar, conversar, recordar las identidades de las comunidades y realizar las acciones de mejora de los espacios y de panorámicas de los entornos que tanto gustan a extraños y visitantes y favorece el turismo de los pueblos.
El programa se realizaba en tres fases: Una primera de motivación y sensibilización acerca del proyecto en talleres con los habitantes del municipio, quienes recordaban su identidad colectiva, preferencias sociales, costumbres, valores, mitos y personajes; así como festivales de cuento y pintura para los jóvenes y niños sobre el tema de sus viviendas como espacio vital, el color, la historia e imagen del municipio.
La segunda fase: Atraer la solidaridad de las diferentes entidades del municipio para determinar las áreas de intervención y sus formas y diseños. Y la tercera fase, era de afirmar la creación de un comité cívico para el mejoramiento de la calidad de vida y la gestión de ideas reguladoras de solidaridad y convivencia, en especial de las de promoción de sus productos y costumbres.
El éxito alcanzado en aquellas oportunidades favorece la réplica de programas de esta clase que no se quedan en lo meramente material sino que permiten la recreación de los valores estéticos e históricos; producen impactos sociales medibles y palpables y enseñan a las comunidades el trabajo en equipo y la salvaguarda de sus costumbres.
Por:
Efrén Barrera Restrepo, Ph.D.
Gerencia Pública & Marketing
Un buen ejemplo de Antioquia para Colombia.
Me alegra personal y profesionalmente que éste sea un caso exitoso para compartir, de hecho, en función de la movilización ciudadana, Antioquia se Pinta de Vida, fue una estrategia para el trabajo y alegrías colectivas desde la identidad de los pueblos. Agradecería mucho citaran a quienes fundamentamos y llevamos a cabo esta idea (los textos que expones los escribí), que tal vez por intereses políticos, no reconozca a los creadores originales. Gracias, Diana Puerta.