En el año de 1825, el teniente de Marina Carlos Augusto Gosselman, caminante de nacionalidad Sueca ( hoy, diríamos, mochilero!) recorre nuestro Departamento de Antioquia y en su libro “VIAJES POR COLOMBIA” traducido por Ann Chiristein Pereira, narra su paso por Guatapé así:
“Era el último día de viaje. El más temible porque se trataba de subir al páramo; estaba lleno de profundos y angostos barrancos, altos y escarpados bloques de piedra, cuestas de barro muy pendientes y resbalosas pero con todas las dificultades mi silletero me sacó adelante hasta la cima. Desde esta altura se observan los pueblos de Ceja y El Peñol, además de Rionegro y Marinilla”. (http://miaguadas.blogspot.com/2008/07/por-nuestros-histricos-caminos.html).
Hemos puesto en negrillas las palabras: mi silletero, para destacar esa labor de los cargueros de personas de hace dos siglos y que hoy se repite en pleno siglo XXI, gracias a la buena construcción, mantenimiento y conservación de las carreteras del Departamento, que como se puede observar en la foto de abajo, los silleteros siguen existiendo en el Departamento para sacar adelante hasta la cima a los pasajeros que se quedan en la vera del camino fangoso.

Y a decir verdad, los habitantes actuales de esos pueblos siguen esperando la promesa de la doble calzada Marinilla -El Peñol- Guatapé que se inauguraría con ocasión de los IX Juegos Suramericanos de 2010.
Efrén Barrera Restrepo, Ph.D.
Gerencia Pública & Marketing