…Y CON ELLAS LAS ENCUESTAS ELECTORALES

animadores del poloEn tiempos de elecciones es común que vuelvan las encuestas electorales, que siempre han tenido por fin conocer las opiniones de los diferentes grupos sociales de una comunidad con respecto a los diferentes candidatos y especialmente para medir actitudes y preferencias de votantes potenciales.Es decir que siempre han tenido por objetivo  conocer que posiciones toma el electorado frente a los candidatos, sus ideas y programas y de manera mas grave si tiene intención de votar  en las próximas lecciones y por quien; que se convierta en la pregunta reina de las encuestas electorales. Se indaga por las intenciones de los individuos que están en potencia de votar; por lo cual se esta hablando de posibilidades,técnicamente de probabilidades, no de hechos. Los resultados son datos de intencionalidades expresadas en un momento dado y en  un contexto de vivencias y sentimientos dados y es por ello,aquí si, que: algún hecho real, acontecimiento o evento que afecte ese contexto electoral puede producir resultados electorales totalmente adversos a los presentados de las encuestas. Y es cuando esto sucede que mas se desdice de las encuestas electorales y en especial de sus ejecutivos, la mayoría de las veces queriendo hacer aparecer a estos como personas que han fracasado en su trabajo.
En este campo de las encuestas electorales, en referencia a Colombia, se puede presentar alguna novatada, pero en general existe muy buena historia ( de mas de ocho elecciones presidenciales)y experiencia de muchas de las agencias y especialistas en este tema, el cual ya esta bastante probado y experimentado. En la parte técnica todo  esta asegurado por el desarrollo de los métodos estadísticos y mas ahora con el empleo de programas informáticos para la determinación  y selección  de la muestra, recolección de datos, procesamiento y análisis. Como  se dice siempre: el instrumento esta ahí y es valido, es decir , puede ser científicamente  elaborado, aplicado y realizado; pero otra cuestión es como puede ser utilizado por sus patrocinadores y el publico, incluyendo en este a los comunicadores y a los directos interesados, que son muchos: candidatos,asesores de campaña,partidarios, adeptos, simpatizantes, amigos, propagandistas, publicistas y votantes.
Así que frente a los resultados de los instrumentos, que son unos únicos datos, las interpretaciones pueden variar según el juego de intereses que medien en los públicos mencionados; así como en los usos. Y tanto  es así que ya de manera protocolaria y  de reverencia por el otro, se dice en materia de análisis y uso de los datos, que se tiene «otra lectura». En paradoja, los resultados  son calificados negativamente,por los menos ilustrados en la estadística,en las técnicas de las encuestas electorales y en la informática, penetrando imprudentemente terrenos desconocidos u obviados olímpicamente en su profesión y mas cuando en ellos presiona el apuro de hacedores de opinión.
Los procesos electorales terminan con un ganador, y en ellos hay contiendas,rivalidades, debates, todo un lenguaje de batalla que se expande en la campaña misma; cuyos limites son colocados por las normas constitucionales y electorales  y de manera consensuada por los mismos actores del juego político con sus comportamientos éticos. Y en ellos los resultados de las encuestas pueden jugar un papel de simple ilustración del desarrollo o medición de la temperatura de la campaña y de monitoreo de las estrategias para descubrir falencias de la planificación  y gerencia de la campaña, el candidato, el programa o el partido o de convertirlas en otro elemento estratégico de la campaña y darle un manejo distinto al de simple orientadores.Como la esencia de las encuestas electorales es conocer esa intención de voto, el uso de sus resultados pueden servir para animar, motivar, anticipar ganador, o en contrario desanimar al rival, despreciarlo, o encausar a sectores en favor o en contra de rivales para acomodar cálculos de  pronósticos de votaciones. Los resultados de las encuestas electorales se han convertido en material de negociación de rivales débiles( que lo cuenten los terceros, cuartos y quintos candidatos donde existen la segunda vuelta). En total, el problema es de orden ético, tanto para contratistas como contratantes. Mas como parece ser que en materia de la ética y del control social la debilidad es colectiva y en especial con la aparición de asesores de campaña que furtivamente han  saltado al ruedo con el «todo vale», han hecho de las encuestas electorales material de segunda clase para sobreponer la estrategia de los bulos y demás tácticas de desprestigio personal en redención de los viejos principios propagandísticos de Goebbels y de glamour  del llamado «marketing personal» de los estilistas.

Indudablemente que las encuestas electorales gustan en los medios de comunicación y son material de primera mano y a verdad que a veces los manejos de los resultados rayan los limites de los siete pecados capitales  tanto en la calidad de la interpretación como en la cantidad de los datos, aunque se respetan las normas legales sobre  la divulgación que debe ir acompañada de la famosa ficha técnica. Y precaviendo que son capitales porque facilitan la presentación de otros pecados, los repasaremos en confrontación con la virtud que se debe oponer:

Humildad: con los resultados de las encuestas electorales no se debe ser soberbio. Hacer un gran titular puede ocasionar  un mal, recuerde que ese dato es de una foto instantánea, que las condiciones pueden cambiar ese dato. No exaltar la opinión personal.
Generosidad : sea amplio con los datos de todos los candidatos, claro, preciso y transparente. No oculte datos. Y  relacione datos. La avaricia lleva a la ocultación de datos.
Caridad: recuerde que todos tienen posibilidad de ganar. No piense con su deseo. Aun los de bajos resultados pueden llegar al cumbre. No descarte a nadie. Recuerde que en política hay algunos que ganan perdiendo. Produzca empatía con los resultados.
Castidad: que los datos sean tomados sin distinción de sexo o preferencia sexual. Ni abundancia. Ni que las condiciones de belleza induzcan a la lujuria, ni de pensamiento, siquiera.
Paciencia: sabemos que tiene su corazón y por ello su candidato. Tome datos de el así como de los demás. No muestre sentimiento de odio por ningún candidato. El fanatismo es una expresión de la ira.
Templanza: consuma y dispense la cantidad adecuada de datos, no pida mas que lo que puede analizar y manejar. La gula no conviene y puede enredarse en la maraña de datos, los porcentajes entrelazan.
Diligencia: reciba los datos, , clasifique, examine, haga una critica de ellos.  Estudie, pregunte, investigue. La pereza es fuente de otros vicios, como el anquilosamiento. Repase la historia, confronte los datos y a lo mejor comprueba que hay tendencias, lo que seria un buen descubrimiento  de la encuestas electorales, predecir; porque al final de cuentas se hacen encuestas para tratar de»adivinar el futuro» que es lo  que mas le interesa al político, porque lo importante es mantener el poder.

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