Como no recordar en esta fecha, la lucha de las gentes honestas contra el mayor mal que tienen los Estados en actualidad. Algunos dicen que es peor que el COVID-19.Y leyendo la prensa internacional, se ve que es un mal que abarca a muchos países. Ya no es sólo de las «repúblicas bananeras» o de regímenes dictatoriales. Existe en los países que se consideran democráticos; pero que en la realidad sus instituciones están penetradas por redes del crimen organizado que hunde sus raíces en los mismos gobernantes y en los representantes más visibles del entramado social de las empresas públicas y privadas. Si bien estas últimas, que en su ámbito interno de sus acciones corresponden a sus dueños, algunas alcanzan sus niveles de supervivencia y de éxito en sus negocios, gracias a la forma solapada, o secreta como «secuestran» al Estado, con la connivencia de gobernantes y funcionarios.

En América Latina, es notable la influencia de empresas multilatinas en sectores claves para su desarrollo que se presentan con formas edulcorantes de eventos, manifestaciones culturales y de cooperación, que no son más que operaciones con animo extractivo de las riquezas naturales y monetarias; encontrando, por desgracia quienes se presten y colaboren(filibusteros, corsarios y cipayos) en las prácticas corruptas y con la tolerancia de los entes de control y la inercia judicial, que amplia los espacios de inmunidad e impunidad Sucede también que la corrupción está en la mecánica misma del Estado donde el engranaje de los poderes públicos, que aunque se dicen independientes y separados; están liados por poleas de finos hilos de intercambios de favores y de sórdidas prebendas que se dibujan en el piso democrático y liberal; pero que en la practica política, bien puede ser útiles para agradar a los familiares, amigos y allegados( al poder) y para beneficio del gobernante de turno que tensa esos hilos para capturar los aparatos de control y fiscalización. Y ejercer una «dictablanda».
«Cuando el saqueo se convierte en el modo de vida de un grupo de hombres en una sociedad, no tardarán en crear un sistema legal que lo autorice y un código moral que lo glorifique».
Frédéric Bastiat.(1801-1850)
Esta frase del economista liberal y escritor francés es bastante ilustrativa del cómo acciones individuales («unas manzanas podridas»), van tomando formas del comportamiento colectivo ya por aceptación directa y ejercicio como por las actitudes pasivas de los grupos sociales que componen la sociedad y se llega a ver la corrupción como una normalidad social aceptable y más si cuenta con la complicidad por medio de su estructuración legal y se torna en maneras de vivir y de conducir la economía en general. Actividades que en menos cabo de las poblaciones, ahora con la pandemia del COVID-19, se han acentuado mostrando casos extremadamente perversos y presentados con cinismo.
En materia de datos https://es.statista.com/estadisticas/527549/indice-de-percepcion-de-la-corrupcion-paises-con-mayor-corrupcion/Statista nos muestra el estado de la cuestión en América Latina y el Caribe, que nos deja una preocupación por los altos niveles de corrupción que se muestran en los países, sobre todo los suramericanos, donde todos se sitúan por debajo de la media, en 2019. Entre ellos , está Colombia que está a dos puntos por debajo de la media, que es 39 y cuyos gobiernos en las dos últimas décadas forman al inicio de sus periodos, un tinglado donde ofrecen un espectáculo del alto funcionarios para expresar la voluntad de luchar contra la corrupción y todo que queda en palabras: los hechos han demostrado que la corrupción ha crecido, tanto por las percepciones del público como por el número de casos denunciados y conocidos.
Para cerrar tomamos las palabras de ANTÓNIO GUTERRES Secretario General de la ONU, que instituyó este día.
La corrupción es criminal e inmoral, y representa la máxima traición a la confianza pública. Es aún más perjudicial en tiempos de crisis, como está ocurriendo ahora en el mundo con la pandemia por el COVID-19. La respuesta al virus está creando nuevas oportunidades para explotar la supervisión débil y la transparencia inadecuada, desviando recursos que debían estar destinados a personas que se encuentran en su momento de mayor necesidad.”
Las tareas que se pueden emprender para contrarrestar el incremento de la corrupción son múltiples. Con el fin de poder tener a mano esas acciones, nos tomamos la tarea de copiarlas a continuación. Veamos algunos ejemplos por sectores sociales, de cómo se puede luchar contra la corrupción , como plantea la misma ONU:
Las Autoridades y las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil….

Los medios de información, creadores de opinión y difusores de mensajes …

El sector privado…

También los sindicatos…

Y en general todos los ciudadanos, todos podemos luchar contra la corrupción…

( Todas las graficas usadas son de propiedad de la ONU y las tienen a disposición de las redes sociales)